El globo terráqueo es un elemento que se puede encontrar en todas las escuelas e incluso se ha convertido en un icono del aula. Sin embargo en muchas ocasiones no pasa de ser un objeto decorativo y no suelen utilizarse las grandes posibilidades que tiene como recurso didáctico. Se usa muy poco, y cuando se usa, no se llegan a ver sus prestaciones más interesantes.

El globo terráqueo puede utilizarse en muchas actividades diferentes. Desde la más sencilla, a la manera de un simple mapa, hasta convertirlo en un potente simulador que permite obtener y visualizar datos de iluminación de la Tierra en tiempo real a la vez que sorprender y motivar al alumnado.

Esta última utilidad, denominada habitualmente “globo terráqueo paralelo” es un aspecto poco conocido por el profesorado en general, pero enormemente útil y satisfactorio didácticamente.

Autor: Esteban Esteban Peñalba