Fue profesor de Física, Astronomía y Matemáticas en la ikastola Aranzadi, de Bergara (Guipúzcoa). Enseñaba a sus alumnos a pensar: en un grupo de whatsapp, 2 días antes de morir, escribió: “siempre les digo a mis alumnos que no crean lo que digo porque lo diga yo, que piensen y valoren”. Impartió, incluso en los últimos años, la asignatura optativa de Astronomía. Con sus alumnos realizó muchas actividades participativas y originales: frecuentes observaciones astronómicas, lanzó globos estratosféricos, participó en actividades sobre la medida de la Tierra, etc.
Los que le trataron son testigos de que Manu era una persona objetiva, que sabía valorar positivamente cualquier gesto. Detrás de una aparente seriedad, se descubría su franca sonrisa, y siempre tenía un gesto de agradecimiento ante cualquier servicio que se le hubiese hecho.
Desde aquí mandamos nuestras condolencias a su mujer y a sus dos hijos. Con cariño, deseamos que Manu Arregi, nuestro buen amigo y compañero, descanse en paz.