Cuando contemplamos objetos muy lejanos en el cielo estamos presenciando en directo acontecimientos que ya han pasado: una llamarada solar de hace ocho minutos, el brillo de una estrella quizás desaparecida hace cientos de años, el estallido de una supernova en alguna galaxia vecina hace millones de años, la radiación emitida por el universo cuando era una sopa caliente de 2700 grados hace unos 13800 millones de años. Pero ¿cómo lo sabemos?, ¿a qué distancia están los astros más lejanos que hemos logrado observar?, ¿de cuándo es la imagen que ahora vemos?, ¿cuál es la edad del universo?, ¿y su tamaño?

La imagen que llega a nuestros ojos o hasta nuestros telescopios desde cualquier astro lejano no es realmente de ahora, porque la luz viaja a una velocidad enorme pero no infinita.