Aún ahora, con bastantes más años, sigo mirando al cielo y en las noches estrelladas me asombro. ¿Qué misterios esconde tanta belleza?.
Ayla, protagonista de Los Hijos de la Tierra, de Jean M. Auel, en la novela El Valle de los Caballos, se pasaba las tardes fuera, en el saliente, observando la caída del Sol detrás del confín de la Tierra con apenas una niebla de polvo brillando con tonos rojizos, en vez de una gloriosa exhibición de color sobre nubes cargadas de agua.