Forman parte de nuestra cultura las historias que hay detrás de los nombres de las constelaciones y de los astros del firmamento, y nos han dado tantas veces temas de conversación.

Hace siglos, con la invención del telescopio, empezamos a ver detalles en la Luna y hubo que ponerles nombres: mares, montes, etc. Con la exploración espacial, el conocimiento y la observación de nuevos mundos nos ha llevado a la necesidad de poner nombres a los detalles de esa nueva geografía planetaria, si queríamos entendernos cuando hablábamos de ellos. Esa tarea nos ha unido al trabajo de nuestros antepasados, que tuvieron que hacer lo mismo según iban explorando nuevas tierras y continentes.

Lo que hace un siglo nos parecía muy lejano, hoy nos es mucho más cercano. Aparecen con frecuencia en los medios de comunicación noticias de la exploración de Marte, de un asteroide o de una luna de Saturno.

Autor: Ricardo Moreno Luquero